miércoles, agosto 03, 2011

La interpretación del ángel sobre Apocalipsis 17


¿Porqué son 7 reyes y no reinos?
Cuando nos embarcamos en el estudio profético de Apocalipsis, al igual que en cualquier otro libro de la Biblia, debiéramos tener un claro “Así dice Jehová” sobre cada asunto analizado: “...mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá”. Desde que se ha escrito el Apocalipsis, se han dado varias interpretaciones humanas al mismo, siendo muy lógicas y valederas algunas de las mismas. En esta oportunidad, presentaremos las bases interpretativas que proceden de uno de los mensajeros celestiales encargado de derramar las copas de la Ira. No serán nuestras palabras, ni las palabras de algún poderoso predicador o disertante, simplemente la interpretación del ángel.

La Visión de Juan

“Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.” (Apoc. 17:1-6)


La Interpretación del ángel:


"Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos." (Apoc. 17:7)


¿Quien es la Bestia?
"La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será." (Apoc. 17:8)

Tiene tres fases o etapas: ERA - NO ES - SERÁ
Según el versículo 3, es el asiento de la Ramera, donde la Mujer se sienta.

¿Cómo interpreta el ángel las siete cabezas?
"Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes." (Apoc. 17:9-10)

Siete cabezas = Siete Montes donde se sienta la mujer.
La ciudad de Roma está asentada sobre siete montes: http://es.wikipedia.org/wiki/Siete_colinas_de_Roma

Siete cabezas = Siete Reyes
No dice Reinos, ni nada por el estilo. El ángel lo interpreta como REYES.

¿Cómo identificamos a los reyes?
"Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo." (Apoc. 17:10)

Recordemos que los siete reyes son siete cuernos que salen de la BESTIA, y el lugar geográfico donde se sienta la Mujer encima de la Bestia es Roma. Por lo tanto, los reyes "reinan" en Roma, y la Mujer Ramera (o iglesia corrompida) los domina. ¿Desde donde comenzamos a contar los Reyes? Desde que ese poder político-religioso aparece en escena. Hasta 1929, el sistema papal no poseía un status legal como Estado Soberano, ergo, no poseía un líder político que los representase ante las demas naciones. Durante la mayor parte de su existencia estuvo sustentada por Reinos, Ducados y Principados que peleaban en su favor, pero no concideraban al Papado como dueño legal de territorio en caracter de Monarca o Emperador. En los acuerdos de 1929 (Pacto de Letrán), se declaraba el carácter de Estado Soberano para una porción territorial de Roma y, por ende, para la Iglesia Católica. Con este tratado, se aprobaron las siguientes pautas:
  • Un pacto que reconoce la independencia y soberanía de la Santa Sede y que crea el Estado de la Ciudad del Vaticano.
  • Un concordato que define las relaciones civiles y religiosas entre el gobierno y la iglesia en Italia, y que se resume en el lema «Iglesia libre en Estado libre».
  • Una convención financiera que proporciona a la Santa Sede una compensación por sus pérdidas en 1870.

A partir de 1929, el Estado del Vaticano, por primera vez en la historia, cuenta con un líder político -además de religioso- que los representa ante las demas naciones del mundo.

Listado de Papas:

1 -Pio XI (Achille Ratti): Desio (Milan); Febrero 11 , 1929 - Febrero 10, 1939.

2 -Pio XII (Eugenio Pacelli): Roma; Marzo 2 (12), 1939, a Octubre 9, 1958.

3 -Juan XXIII (Angelo Giuseppe Roncalli): Sotto il Monte (Bergamo): Octubre 28 (Noviembre 4), 1958 - Junio 3, 1963.
4 -Pablo VI (Giovanni Battista Montini): Concessio (Brescia); junio 21 (30), 1963 - agosto 6, 1978.
5 -Juan Pablol I (Albino Luciani): Forno di Canale (Belluno); Agosto 26- Septiembre  28, 1978.
6 -Juan Pablo II (Karol Wojtyla): Wadowice, Polonia; Octubre 16 (22), 1978 - Abril 2, 2005
7 -Benedicto XVI (José Ratzinger). Alemania. Papa: 19, Abril, 2005-

El término "que dure breve tiempo" resulta de un Papa de Transición. Si bien otros papas duraron menos tiempo que Benedicto XVI, la corta duración se refiere directamente al 6° papa, el cual destaca la profecía.

 BENEDICTO XVI  
El hecho de que su mandato se presuma breve no indica necesariamente que no deje una fuerte impronta en la Iglesia y en el mundo. El ejemplo más reciente es Juan XXIII que era un Papa de transición y fue el que puso en marcha el Concilio Vaticano II que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia.
 Lluís Foix
La Vanguardia  19/04/2005
21.24 horas


http://arvo.net/benedicto-xvi/pontificado-de-transicion/gmx-niv480-con11613.htm

http://www.esmas.com/noticierostelevisa/internacionales/436913.html

Si bien ha tomado en serio su pontificado (en cuanto a la realización de concilios ecuménicos, acercamientos con líderes y dirigentes del mundo, etc.), no quita que la importancia de su pontificado sea a la vez breve y de transición, preparando el camino para el último Papa. ¿Último Papa?

Los dos roles que cumple la Bestia
"La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición." (Apoc. 17:11)

Por un lado, como el basamento político y geográfico de la Mujer (el sistema papal y las siete colinas de Roma). En un segundo lugar, es también un rey, una cabeza. ¿Una octava cabeza? Si, pero de entre las siete. Por eso la Bestia ERA - NO ES - SERÁ. En algún momento fue rey-papa, luego murió, y está pronto a volver de la muerte. Ni de los 5 reyes-papas que cayeron, ni del rey-papa que dura breve tiempo se hace hincapié: el ángel centra la atención en el SEXTO rey-papa, Juan Pablo II. Volverá, ya no como humano, sino del ABISMO, donde proceden los espíritus de Satanás.

Cuando el rey Saul demanda a la adivina de Endor que traiga a Samuel (ya muerto) para poder hablar con él, una vez realizado este acto, la adivina le responde "He visto dioses que suben de la tierra." (1° Sam. 28:13) Esta aparición demoniaca se repetirá con mayor frecuencia a medida que nos acerquemos al fin de la historia, y su obra culmine será la aparición de Satanás como Cristo. Entre las señales del fin, esta profecía de Apoc. 17 tiene un correlato con las señales que anuncian el comienzo de la gran persecución por 42 meses al pueblo de Dios (Apoc. 13:1-11)


Los diez REYES que tienen REINOS, ¿o los diez REINOS que tienen REYES?

"Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia." (Apoc. 17:12)

DIEZ CUERNOS = DIEZ REYES

DIEZ REYES tienen REINOS

LOS REYES NO SON REINOS

Reciben autoridad por una hora (breve período) juntamente con la Bestia (personificación demoníaca de Juan Pablo II y sistema papal).

Tienen un mismo propósito, un mismo consejo
"Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia." (Apoc 17:3)

UN MISMO PROPÓSITO = NUEVO ORDEN MUNDIAL

Pelean conta Cristo, y pierden
"Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles." (Apoc. 17:14)

¿Que son las aguas donde se sienta la ramera?
"Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas." (Apoc. 17:15)

AGUAS = PUEBLOS, MUCHEDUMBRES, NACIONES, LENGUAS

Los diez reyes traicionan a la Mujer
"Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra." (Apoc. 17:7-18)

Las cuatro grandes bestias de Daniel 7


Del nacimiento y de la caída de las naciones, según resaltan en los libros de Daniel y Apocalipsis, necesitamos aprender cuán vana es la gloria y pompa mundanal. Babilonia, con todo su poder y magnificencia, cuyo parangón nuestro mundo no ha vuelto a contemplar ­un poder y una magnificencia que la gente de aquel tiempo creía estables y duraderos,­ se desvaneció y ¡cuán completamente! Pereció "como la flor de la hierba." (Sant. 1: 10.) Así perecieron el reino medo-persa, y los imperios de Grecia y de Roma. Y así perece todo lo que no está fundado en Dios. Sólo puede perdurar lo que se vincula con su propósito y expresa su carácter. Sus principios son lo único firme que conoce nuestro mundo.
Un estudio cuidadoso de cómo se cumple el propósito de Dios en la historia de las naciones y en la revelación de las cosas venideras, nos ayudará a estimar en su verdadero valor las cosas que se ven y las que no se ven, y a comprender cuál es el verdadero objeto de la vida. Considerando así las cosas de este tiempo a la luz de la eternidad, podremos, como Daniel y sus compañeros, vivir por lo que es verdadero, noble y perdurable. Y al aprender en esta vida a reconocer los principios del reino de nuestro Señor y Salvador, el reino bienaventurado que ha de durar para siempre, podemos ser preparados para entrar con él a poseerlo cuando venga.
(Profetas y Reyes, p.402-403)

¿En que año tuvo Daniel el sueño?

  • Daniel 7:1
  • Entre 50 a 65 años de la visión escrita en Daniel 2 y Daniel 7.
  • 7° Rey de Babilonia, puesto por Nabonido su padre.

¿Que vió el profeta en la vision de la noche?

  • Daniel 7:2-14

¿Quién dio a Daniel una interpretación de la visión?

  • Daniel 7:16
  • El ángel que hizo esta explicación era sin duda Gabriel
Fue Gabriel, el ángel que sigue en jerarquía al Hijo de Dios, quien trajo el mensaje divino a Daniel. Fue a Gabriel, "su ángel," a quien envió Cristo para revelar el futuro al amado Juan; y se pronuncia una bendición sobre aquellos que leen y oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas en ella escritas.*

"No hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas." Aunque "las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, . . . las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre.'* Dios nos ha dado estas cosas, y su bendición acompañará al estudio reverente, con oración, de las escrituras proféticas.” (Deseado de todas las gentes, p.201)
Necesitamos comprender mas plenamente la misión de los ángeles.” HAp.125.

Mediante Jesucristo nos alcanza el ministerio de los ángeles.” Carta 152, 1896.

“El gran problema de todos nosotros es que no dedicamos tiempo a pensar que
seres celestiales están cerca de nosotros para ayudarnos cada vez que queremos hacer lo recto”. CDD.160.

Los ángeles del cielo se mueven sobre las mentes humanas para despertar el deseo de investigar los temas de la Biblia.” LVA.22

“Hay santos ángeles que tienen la misión de influir en los corazones para que comprendan la Palabra de Dios.” CS.658

  • Los ángeles ansían comunicar la verdad a los hombres. Son espíritus ministradores (Heb_1:14) comisionados por Dios para traer mensajes del cielo a la tierra (Hechos 7:53; Heb. 2:2; Apoc. 1:1).
"vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis." (Hechos 7:53)

"Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución," (Hebreos 2:2)

¿Que representaban estas grandes bestias?
  • Dan. 7:17

¿Que representan el viento y el mar en la profecía?
  • Dan. 7:2-3
  • Jeremías 25:32, 33
  • Jer.49:36
  • Dan. 8:8; Dan. 11:4; Zac 2:6; Zac_6:5

Conclusión:

Bestia = Reinos
Vientos = Luchas
Los cuatro reinos se levantan consecutivamente, no todos a la vez.


Vers. 4:
"La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre."

Leon:
  • Jer. 4:7; 50:17, 43, 44.
  • Lam_4:19; Eze_17:3, Eze_17:12; Hab_1:8.

Alas:
  • Habacuc 1:6-8, donde se dice que los caldeos "volarán como águilas que se apresuran a la comida."

Corazón de hombre:
  • Jeremías 17:9 --> Engañoso.
Posición de hombre: flaqueza del imperio


Mapa geográfico del Imperio Babilónico












Ver. 5:
"Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne."
Como la plata es inferior al oro, así también en algunos respectos el oso es inferior al león.
Sin embargo, el oso es cruel y rapaz, características que se le atribuyen a los medos

  • Isa. 13:17-18.

Un costado mas grande que el otro:
El intérprete Gabriel no explica este detalle de la visión. Sin embargo, al comparar con el pasaje del Dan. 8:3, Dan. 8:20 pareciera que se indica claramente que el reino estaba. compuesto de dos partes.
El lado más alto, más favorecido, fue el Persa, quién termino haciéndose del imperio.

Tres costillas:
No se mencionan estas costillas en la interpretación (Dan_7:17-27), pero muchos comentadores las han considerado como símbolo de los tres principales poderes que fueron conquistados por el Imperio Medo-Persa: Lidia, Babilonia y Egipto.

§ YI 22 de septiembre, 1903. ---Babilonia pasó porque en su prosperidad se olvidó de Dios, y atribuyó la gloria de su prosperidad a los logros humanos.
El reino medo persa fue visitado por la ira del cielo porque en este reino la ley de Dios fue pisoteada. El temor del Señor no encontró lugar en los corazones del pueblo. Las influencias prevalecientes en Medo Persia eran la perversidad, la blasfemia, y la corrupción.


Vers. 6
"Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio."
Leopardo y Alas:
  • El Leopardo es más rápido que el Leon = Mayor rapidez en la conquista.
  • Cuatro alas de Grecia contra dos alas de Babilonia = Mayor velocidad.
  • Hab. 1:8; Ose. 13:7

Historia de Alejandro Magno:
El poder que habría de seguir al Imperio Persa se identifica en el Dan_8:21 como “Grecia” . Esta “Grecia” no debe confundirse con la Grecia del período clásico, ya que ese período precedió a la caída de Persia. La “Grecia” que figura en Daniel corresponde con el imperio semigriego y macedónico de Alejandro Magno (ver com. Dan_2:39), que dio comienzo a la época que conocemos como período helenístico. Antes de Alejandro no se podría hacer referencia al “rey primero” (Dan_8:21) de un imperio griego, como “un rey valiente” que tenía “gran poder” (Dan_11:3).
En 336 a. C. Alejandro heredó el trono de Macedonia, Estado semigriego en la frontera norte de Grecia. El padre de Alejandro, Filipo, ya había unido bajo su dominio a la mayoría de las ciudades-estados de Grecia por el año 338 a. C. Alejandro demostró su temple al aplastar revoluciones en Grecia y Tracia. Después de haber restablecido el orden en su propio reino, Alejandro se lanzó a la tarea de conquistar el Imperio Persa, ambición que había heredado de su padre. Entre los factores que impulsaban al joven rey a llevar a cabo sus planes estaban la ambición personal, la necesidad de expansión económica, el deseo de difundir la cultura griega y una animosidad natural contra los persas a causa de guerras anteriores con sus compatriotas.
En 334 a. C. Alejandro cruzó el Helesponto y entró en territorio persa con sólo 35.000 hombres, la insignificante suma de 70 talentos en efectivo y provisiones para sólo un mes. La campaña fue una serie de triunfos. La primera victoria fue lograda en Gránico, la segunda en Iso al año siguiente y otra en Tiro un año después. Pasando por Palestina, Alejandro conquistó Gaza y después entró en Egipto virtualmente sin oposición. Allí en el año 331 a. C. fundó la ciudad de Alejandría. Se declaró a sí mismo sucesor de los faraones y sus tropas lo aclamaron como un dios. Cuando nuevamente ese año emprendió la marcha, dirigió sus ejércitos hacia Mesopotamia, el corazón del Imperio Persa. Los persas le hicieron frente cerca de Arbela, al este de la confluencia de los ríos Tigris y Gran Zab, pero sus fuerzas fueron derrotadas y se dieron a la huida. Las fabulosas riquezas del mayor imperio mundial estaban a disposición del joven rey de 25 años de edad.
Después de una organización preliminar de su imperio, Alejandro prosiguió sus conquistas hacia el norte y hacia el este. Por el año 329 a. C. ya había tomado Maracanda, que es ahora Samarcanda, en el Turquestán. Dos años más tarde invadió la parte noroeste de la India. Sin embargo, poco después de cruzar el río Indo, sus tropas rehusaron seguir más adelante, y se vio obligado a acceder a sus deseos. De vuelta en Persia y Mesopotamia, Alejandro debió encarar la gran tarea de organizar la administración de sus territorios. En 323 a. C. estableció su capital en Babilonia, ciudad que aún conservaba recuerdos de la gloria del tiempo de Nabucodonosor. En el mismo año, después de excederse en la bebida, Alejandro cayó enfermo y murió de “fiebre de los pantanos”, que se cree era el antiguo nombre de la malaria (paludismo) o de una enfermedad similar. 

Mapa del Imperio Griego en los días de Alejandro Magno
 
Imperio dividido:
Cuatro generales: Casandro, Lisímaco, Seleuco y Ptolomeo
Apenas si el Imperio Griego conservó su unidad un poco más que durante la vida de Alejandro. Después que su brillante carrera quedó tronchada por una fiebre inducida por la orgía y la borrachera, el imperio quedó dividido entre sus cuatro generales principales.
Casandro tuvo Macedonia y Grecia en el oeste; Lisímaco recibió Tracia y las partes de Asia que están sobre el Helesponto y el Bósforo por el norte; Tolomeo obtuvo Egipto, Libia, Arabia y Palestina en el sur; y Seleuco recibió Siria y todo el resto de los dominios de Alejandro en el oriente.
En el año 301 ant. de J.C., con la muerte de Antígono, completaron los generales de Alejandro la división de su reino en cuatro partes,[2] que indicaban las cuatro cabezas del leopardo. Con toda exactitud se cumplieron las palabras del profeta. Ya que Alejandro no había dejado sucesor disponible, ¿por qué no se dividió el inmenso imperio en incontables fragmentos? ¿Por qué se dividió en cuatro partes solamente? Sencillamente, por motivos que la profecía previó y predijo.



Vers. 7
"Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos."
  • Compárese con el Dan_7:19.
  • Quizá no había en la naturaleza ninguna similitud con la cual designar a esta bestia horrible, puesto que no se hace ninguna comparación como en el caso de las tres primeras bestias.
  • Sin embargo, no debiera haber duda de que representaba al mismo poder que está simbolizado por las piernas de hierro de la gran imagen (ver com. Dan_2:40).
  • ¿En que año comenzó la dominación Romana?
Si la dominación romana del Cercano Oriente se computa desde la fecha en que los monarcas de los tres reinos helenísticos fueron eliminados por el poder romano, puede considerarse el año 168 como el primer paso de ese proceso. Sin embargo, los reyes seléucidas y tolemaicos retuvieron sus tronos hasta mucho después, quedándose hasta el año 63 a. C. en Siria y el 30 a. C. en Egipto. Si se eligen las fechas de la anexión de esos tres reinos como provincias romanas, las fechas serían 146, 64 y 30 a. C. respectivamente. Algunos historiadores hacen resaltar el 168 a. C. porque ya para ese tiempo Roma había conquistado Macedonia y había salvado a Egipto de caer en manos del reino seléucida al prohibir la invasión de Antíoco IV. Esto demostraría que Roma virtualmente dominaba los tres reinos aunque no había conquistado más que a uno de ellos.
No se puede dar una fecha única para un proceso gradual. Sea cual fuere la elección de fecha o fechas más significativas que se haga, el traspaso del poder mundial a Roma queda claro, y en el año 30 a. C. se completó la absorción del territorio de Alejandro desde Macedonia hasta el Eufrates.
Unos dientes grandes de hierro.
Los enormes dientes metálicos hablan de crueldad y fuerza. Así como el animal desgarraba y devoraba su presa con esos colmillos monstruosos, así Roma devoraba las naciones y pueblos en sus conquistas. Algunas veces destruía ciudades enteras, como en el caso de Corinto en 146 a. C.; otras veces reinos, tales como Macedonia y los dominios seléucidas, los que eran divididos y convertidos en provincias.
Las sobras hollaba.
Cuando Roma no destruía o subyugaba a un pueblo, solía esclavizar a sus habitantes o los vendía como esclavos. En la intensidad de su poder destructor Roma sobrepasó a los reinos que previamente habían dominado al mundo. 
 
 
Diez cuernos.
  • Según la explicación, son “diez reyes” (Dan_7:24).
  • Si los “cuatro reyes” del Dan_7:17 representaban reinos (ver Dan_7:23 y com. Dan_7:3) paralelos con los cuatro imperios del cap. 2, existe la misma razón para entender que estos “diez reyes” son también reinos, así como los cuatro cuernos del macho cabrío son “cuatro reinos” (Dan_8:22).
Las invasiones sucesivas de numerosas tribus germánicas que penetraron en el Imperio Romano y el reemplazo de éste por varios Estados separados o monarquías, son hechos bien comprobados por la historia. Debido a que por lo menos una veintena de tribus bárbaras invadió el Imperio Romano, los comentadores han confeccionado varias listas de los reinos establecidos en el territorio del imperio.
La siguiente lista es una de ellas: ostrogodos, visigodos, francos, vándalos, suevos, alamanes, anglosajones, hérulos, lombardos y burgundios. Algunos prefieren poner a los hunos en lugar de los alamanes. Sin embargo, los hunos desaparecieron pronto sin dejar un reino establecido. Este período fue de grandes trastornos, confusión y cambio, y durante él muchos Estados lograron su independencia.


VERS. 8 Otro cuerno pequeño.
Mejor, “otro cuerno, uno pequeño”. Aunque pequeño al comienzo, este cuerno es descrito posteriormente como “más grande que sus compañeros”. Se verá que esto simboliza la continuación del poder romanos mediante la Iglesia Romana. “De las ruinas de la Roma política se levantó el gran imperio moral en la ‘forma gigante’ de la Iglesia Romana” (A. C. Flick, The Rise of the Mediaeval Church, 1900, p. 150). Ver com. Dan_7:24-25.
Bajo la potestad del Imperio Romano los papas no tenían poder temporal. Pero cuando el Imperio Romano se hubo desintegrado y su lugar fue ocupado por varios reinos rudos y bárbaros, la Iglesia Católica Romana no sólo se independizó de esos Estados en el aspecto religioso, sino que dominó también en lo secular. En general, durante el débil sistema político del feudalismo, la iglesia, bien organizada, unificada y centralizada, con el papa a su cabeza, no sólo era independiente en los asuntos eclesiásticos sino que también controlaba los asuntos civiles” (Carl Conrad Eckhardt, The Papacy and World-Affairs [1937] P. 1).

Tres cuernos de los primeros.
El “cuerno pequeño” es un símbolo de la Roma papal. En consecuencia, el que los tres cuernos fuesen arrancados simboliza la destrucción de tres de las naciones bárbaras. Entre los principales obstáculos que se le presentaron a la Roma papal en su encumbramiento al poder político estuvieron los hérulos, los vándalos y los ostrogodos. Los tres eran defensores del arrianismo, que fue el rival más formidable del catolicismo.
Los HÉRULOS fueron la primera de las tribus bárbaras que dominaron a Roma. Constituían tropas auxiliares germanas de Roma que se amotinaron, y en 476 d. C. depusieron al último emperador de Occidente, el adolescente Rómulo Augústulo. A la cabeza de los hérulos y de otras tropas mercenarias estaba Odoacro, quien se constituyó rey de Roma. Odoacro, que era arriano, aunque tolerante para con los católicos, era odiado por los italianos. Por sugestión del emperador Zenón, del imperio de Oriente, Teodorico, caudillo de los ostrogodos, fue el siguiente en invadir Italia. Lo hizo en 489, y en 493 consiguió que Odoacro se rindiera y poco después lo mató (ver Thomas Hodgkin, Italy and Her Invaders, t. 3, pp. 180-213).
En lo que se refiere a la Iglesia Romana, la llegada de Teodorico no significó ninguna mejoría sino sólo un cambio de caudillos. Teodorico era un arriano tan decidido como su predecesor en el trono de Italia. Aunque concedió tolerancia a las diversas religiones de su reino, las desmedidas ambiciones del pontífice romano no podían concretarse en un sistema que sólo otorgaba tolerancia.
Entre tanto los VÁNDALOS, presididos por Genserico, se habían establecido en el norte de África y habían tomado a Cartago en 439. Siendo arrianos fanáticos y belicosos, constituían una amenaza para la supremacía de la Iglesia Católica en el Occidente. Eran especialmente intolerantes para con los católicos, a quienes llamaban herejes. Para ayudar a los católicos del Occidente, el emperador, Justiniano, que gobernaba la mitad oriental del Imperio Romano desde Constantinopla, envió a Belisario, el más hábil de sus generales. Belisario venció completamente a los vándalos en 534.
Debido a esta victoria, los OSTROGODOS quedaron en Italia como el único poder arriano sobreviviente de importancia que pudiera estorbar la hegemonía del papado en el Occidente (ver Hodgkin, op. cit., t. 3, cap. 15). Después de haber eliminado a los vándalos, Belisario, en 535, comenzó en Italia su campaña contra los ostrogodos. Aunque esa campaña duró veinte años antes de que los ejércitos imperiales obtuvieran la victoria completa (ver Hodgkin, op. cit., t. 5, pp. 3-66), la acción decisiva ocurrió en los comienzos de la campaña. Los ostrogodos, que habían sido expulsados de Roma, volvieron y la sitiaron en 537. El sitio duró todo un año, pero en 538 Justiniano hizo desembarcar otro ejército en Italia, y en marzo los ostrogodos abandonaron el asedio (ver Hodgkin, op. cit., t. 4, pp. 73-113, 210-252; Charles Diehl, “Justinian”, en Cambridge Medieval History, t. 2, p. 15). Es verdad que en 540 volvieron a entrar en la ciudad durante un periodo muy corto, pero su ocupación fue breve. Su retirada de Roma en 538 marcó el verdadero fin del poder ostrogodo, aunque no lo fuera de la nación ostrogoda. Y así fue “arrancado” el tercero de los tres cuernos que estorbaban al pequeño cuerno.
Justiniano es notable no sólo por su éxito al unir transitoriamente a Italia y países del Occidente con la mitad oriental de lo que había sido el Imperio Romano, sino también porque formó un código unificado al reunir y codificar las leyes que existían entonces en el imperio, incluso nuevos edictos del mismo Justiniano. En ese código imperial estaban incorporadas dos cartas oficiales de Justiniano que tenían toda la fuerza de un edicto real. En ellas confirmaba legalmente al obispo de Roma como “cabeza de todas las santas iglesias” y “cabeza de todos los santos sacerdotes de Dios” (Código de Justiniano, libro 1, título 1). En la carta posterior también alaba las actividades del papa como corrector de herejes.
El papado estaría en libertad de desarrollar al máximo su poder cuando el dominio de los godos fuese quebrantado. En 538, por primera vez desde el fin del linaje imperial de Occidente, la ciudad de Roma fue liberada de la dominación de un reino arriano. En ese año el reino de los ostrogodos recibió su golpe mortal (aunque los ostrogodos sobrevivieron aún algunos años más como pueblo). Por esa razón el año 538 es una fecha más significativa que 533.

Resumiendo:
  1. El papa ya había sido reconocido en forma más o menos amplia (aunque de ninguna manera en forma universal) como obispo supremo de las iglesias de Occidente y había ejercido considerable influencia política, de tanto en tanto, bajo el patrocinio de los emperadores occidentales.
(2) En 533 Justiniano reconoció la supremacía eclesiástica del papa como “cabeza de todas las santas iglesias” tanto en Oriente como Occidente, y ese reconocimiento legal fue incorporado al código de leyes imperiales (534).
(3) En 538 el papado fue realmente liberado del dominio de los reinos arrianos, que dominaron a Roma y a Italia después de los emperadores occidentales. Desde ese tiempo el papado pudo aumentar su poder eclesiástico. Los otros reinos se hicieron católicos, uno por uno, y puesto que los lejanos emperadores de Oriente no retuvieron el dominio de Italia, el papa surgió a menudo como una figura principal de los turbulentos acontecimientos que siguieron a este período de Occidente.

Este cuerno.
Siendo que los diez cuernos representan al Imperio Romano dividido después de su caída (ver com. Dan_7:7), el cuerno pequeño debe representar a algún poder que surgiría entre ellos y tomaría el lugar de algunos de esos reinos (ver cita en com. Dan_8:23).
Ojos.
Generalmente se los toma como un símbolo de inteligencia. A manera de contraste con los bárbaros, que mayormente eran analfabetos, el poder representado por el “cuerno pequeño” era notable por su inteligencia, su perspicacia y su previsión.
Hablaba grandes cosas.
Ver com. Dan_7:25.

Vers. 9-14
CRISTO EN SU SANTUARIO, p.126-127 → El Anciano de días es Dios, el Padre. El salmista dice: "Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios" (Sal. 90: 2). Es él, el Autor de todo ser y de toda ley, quien debe presidir en el juicio. Y "millares de millares. . . y millones de millones" de santos ángeles, como ministros y testigos, están presentes en este gran tribunal.
"Y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido" (Dan. 7: 13, 14). La venida de Cristo que se describe aquí no es su segunda venida a la tierra. El viene hacia el Anciano de días en el cielo para recibir el dominio y la gloria, y un reino, que se le dará a la conclusión de su obra de Mediador. Es esta venida, y no su segundo advenimiento a la tierra, la que la profecía predijo que habría de realizarse al fin de los 2.300 días, en 1844. Acompañado por ángeles celestiales, nuestro Sumo Sacerdote entró en el lugar santísimo, y allí, en la presencia de Dios, dio principio a los últimos actos de su ministerio en beneficio del hombre, a saber, cumplir la tarea del juicio y hacer obra de expiación por todos los que resulten tener derecho a ella.”

  • El "Anciano de días," Dios el Padre, preside el juicio. Notemos la descripción de su persona. Los que creen en la impersonalidad de Dios se ven obligados a reconocer que aquí se lo describe como un ser personal, pero se consuelan diciendo que es la única descripción de esta clase que hay en la Biblia. No admitimos este último aserto; pero aceptando que fuese verdad, ¿no resulta una sola descripción de esta clase tan fatal para su teoría como si fuese repetida una docena de veces ? Los miles de millares que sirven delante de él, y los millones que están en su presencia, no son los pecadores emplazados ante el tribunal, sino los seres celestiales que ministran delante de él, a la espera de su voluntad.


CRISTO EN SU SANTUARIO, p.115-116 → La venida de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote al lugar santísimo para la purificación del santuario, de la que se habla en Daniel 8: 14; la venida del Hijo del hombre al lugar donde está el Anciano de días, tal como se presenta en Daniel 7: 13; y la venida del Señor a su templo, predicha por Malaquías, son descripciones del mismo acontecimiento representado también por la venida del Esposo a las bodas, descripta por Cristo en la parábola de las diez vírgenes, según Mateo 25.
En el verano y el otoño de 1844* se lanzó esta proclama: "¡He aquí que viene el Esposo!" Se conocieron entonces las dos clases de personas representadas por las vírgenes prudentes y fatuas: una, la que esperaba con regocijo la aparición del Señor y se había preparado diligentemente para ir a su encuentro; la otra que, presa del temor y al obrar por impulso, se había dado por satisfecha con la teoría de la verdad, pero estaba destituida de la gracia de Dios. En la parábola, cuando vino el Esposo, "las que estaban preparadas entraron con él a las bodas". La venida del Esposo, presentada aquí, se verifica antes de la boda. La boda representa el acto de ser investido Cristo de la dignidad de Rey. La ciudad santa, la nueva Jerusalén, que es la capital de su reino y lo representa, se llama "la novia, la esposa del Cordero". El ángel dijo a Juan: "Ven acá; te mostraré la novia, la esposa del Cordero". "Me llevó en el Espíritu -agrega el profeta-, y me mostró la santa ciudad de Jerusalén, descendiendo del cielo, desde Dios" (Apoc. 21: 9, 10, VM). Salta, pues, a la vista que la Esposa representa la ciudad santa, y las vírgenes que van al encuentro del Esposo simbolizan a la iglesia. En el Apocalipsis, el pueblo de Dios lo constituyen los invitados a la cena de las bodas. (Apoc. 19: 9.) Si son los invitados, no pueden representar también a la esposa. Cristo, según el profeta Daniel, recibirá del Anciano de días en el cielo "el dominio, y la gloria, y el reino", recibirá la nueva Jerusalén, la capital del reino, "preparada como una novia, engalanada para su esposo" (Dan. 7: 14; Apoc. 21: 2, VM). Después de recibir el reino, vendrá en su gloria como Rey de reyes y Señor de Señores, para redimir a los suyos, que "se sentarán con Abrahán, e Isaac y Jacob" en su reino (Mat. 8: 11 ; Luc. 22: 30), para participar de la cena de las bodas del Cordero.
La proclamación; "¡He aquí que viene el Esposo!" dada en el verano de 1844, indujo a miles de personas a esperar el advenimiento inmediato del Señor. En el tiempo señalado vino el Esposo, no a la tierra, como el pueblo lo esperaba, sino hasta donde estaba el Anciano de días en el cielo, a las bodas; es decir, a recibir su reino. "Las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y fue cerrada la puerta". Su pueblo no iba a asistir en persona a las bodas ya que éstas se verifican en el cielo mientras que ellos están en la tierra. Los discípulos de Cristo han de esperar "a su Señor, cuando haya de volver de las bodas" (Luc. 12: 36, VM). Pero deben comprender su obra, y seguirle por fe mientras entra en la presencia de Dios. En ese sentido se dice que ellos van con él a la boda.


Los santos recibirían el reino
ST 4 de agosto, 1887. ---Ahora el tiempo había llegado cuando el imperio universal de Satanás habría de ser agredido, su derecho disputado, y él temía que su potestad sería destruida. Él supo, mediante la profecía, que un Salvador estaba predicho, y que el reino de rebelión no sería establecido en triunfo terrenal y con despliegue y honor mundanal. Él sabía que la profecías predecían el establecimiento de un reino por el Príncipe del Cielo, un reino en esta tierra que él (Satanás) reclamaba como suya. Este reino abrazaría a todos lo reinos del mundo, y entonces el poder y la gloria de Satanás terminaría, y recibiría la retribución por los pecados que introdujo en el mundo, y por la miseria que había traído sobre la raza humana. El supo que todo lo concerniente a su prosperidad dependía del éxito o fracaso en vencer a Cristo con sus tentaciones; y trajo sobre el Salvador todo artificio a su mando para apartarlo de su integridad.


§ TSW 14 de marzo, 1905. ---Durante los mil años entre la primera y segunda resurrección, el juicio de los impíos se realiza. Daniel declara que cuando vino el Anciano de días, “juicio fue hecho a favor de los santos del Altísimo.” En este tiempo los justos reinan como reyes y sacerdotes para Dios. Juan en Revelación dice: “Yo vi tronos, y ellos se sentaron sobre ellos, y juicio les fue dado.” “Ellos serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.” Es en este tiempo que, como fue dicho por Pablo, “los santos juzgarán el mundo.” En unión con Cristo ellos juzgan los impíos, comparando sus hechos con el libro de estatutos, la Biblia, y decidiendo cada caso según las obras hechas en el cuerpo. También Satanás y los ángeles malos son juzgados por Cristo y su pueblo.


PP 166-167. ---La herencia que Dios prometió a su pueblo no está en este mundo. Abrahán no tuvo posesión en la tierra, "ni aun para asentar un pie." (Hech. 7:5.) Poseía grandes riquezas y las empleaba en honor de Dios y para el bien de sus prójimos; pero no consideraba este mundo como su hogar. [...]
La dádiva prometida a Abrahán y a su simiente incluía no sólo la tierra de Canaán, sino toda la tierra. Así dice el apóstol: "No por la ley fue dada la promesa a Abraham o a su simiente, que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe." (Rom. 4:13.) Y la Sagrada Escritura enseña expresamente que las promesas hechas a Abrahán han de ser cumplidas mediante Cristo. Todos los que pertenecen a Cristo, "ciertamente la simiente de Abrahán" son, "y conforme a la promesa los herederos," herederos de la "herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse," herederos de la tierra libre de la maldición del pecado. Porque "el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo," será "dado al pueblo de los santos del Altísimo;" y "los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz." (Gál. 3:29; 1 Ped. 1.4; Dan. 7:27; Sal. 37: 11.) [...]
De la descendencia de Abrahán dice la Escritura: "Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra." Tenemos que vivir aquí como "peregrinos y advenedizos," si deseamos la patria "mejor, es a saber, la celestial." Los que son hijos de Abrahán desearán la ciudad que él buscaba, "el artífice y hacedor de la cual es Dios." (Vers. 13, 16.)

lunes, julio 18, 2011

El Octavo Rey de Apocalipsis 17


(Haga click en la imagen para verla en tamaño grande)

Apocalipsis
Capítulo 17

17:1 Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;
17:2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
17:3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.
17:4 Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;
17:5 y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
17:6 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.
17:7 Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos.
17:8 La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.
17:9 Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer,
17:10 y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo.
17:11 La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición.
17:12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.
17:13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia.
17:14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.
17:15 Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.
17:16 Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego;
17:17 porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.
17:18 Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.

jueves, julio 14, 2011

Quién perseguirá al pueblo de Dios en el tiempo del fin?

Veamos primero la experiencia de los profetas, el mismo Hijo de Dios y siervos fieles en tiempos anteriores. 

Cómo trataron los hombres a Cristo cuando vino?... "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron" (Juan 1:11).  Así es hoy.  Se repite esta historia, y se repetirá vez tras vez antes de que venga el Señor en las nubes del cielo.  (A Fin de Conocerle 17 feb)

Se comunicaron las palabras de Jeremías a los príncipes de Judá, y ellos fueron apresuradamente del palacio real al templo, para conocer por sí mismos la verdad del asunto. "Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros oídos.  Pero Jeremías hizo valientemente frente a los príncipes y al pueblo y declaró: "Jehová me envió a que profetizase contra esta casa y contra esta ciudad, todas las palabras que habéis oído.  Y ahora, mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y oid la voz de Jehová vuestro Dios, y arrepentiráse Jehová del mal que ha hablado contra vosotros.  En lo que a mí toca, he aquí estoy en  vuestras manos: haced de mí como mejor y más recto os pareciere.  Mas sabed de cierto que, si me matareis, sangre inocente echaréis sobre vosotros, y sobre esta ciudad, y sobre sus moradores: porque en verdad Jehová me envió a vosotros para que dijese todas estas palabras en; vuestros oídos".
(Profetas y Reyes p 306- 308 )

 La envidia es hija del orgullo, y si se la abriga en el corazón, conducirá al odio, y eventualmente a la venganza y al homicidio. Satanás ponía de manifiesto su propio carácter al excitar la furia de Saúl contra aquel que jamás le había hecho daño.­
 El rey vigilaba estrictamente a David, con la esperanza de descubrir alguna muestra de temeridad e indiscreción que sirviera de excusa para hacerlo caer en desgracia.  Le parecía imposible quedarse satisfecho mientras no pudiera quitar la vida al joven en forma tal que permitiera justificar ante la nación su acto inicuo.  Puso una trampa para los pies de David al incitarle a que guerreara con mayor vigor contra los filisteos, con la promesa de recompensar su valor dándole la mano de su hija mayor.  La contestación de David a esta propuesta fue: "¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para ser yerno del rey?" El monarca demostró su falta de sinceridad casando a la princesa con otro.
(Patriarcas y Profetas 705, 706)

UNA SOMBRA cruzó los agradables días del ministerio de Cristo en Galilea. La gente de Nazaret le rechazó. "¿No es éste el hijo del carpintero?"
Durante su niñez y juventud, Jesús había adorado entre sus hermanos en la sinagoga de Nazaret. Desde que iniciara su ministerio, había estado ausente, pero ellos no ignoraban lo que le había acontecido. Cuando volvió a aparecer entre ellos, su interés y expectativa se avivaron en sumo grado. Allí estaban las caras familiares de aquellos a quienes conociera desde la infancia. Allí estaban su madre, sus hermanos y hermanas, y todos los ojos se dirigieron a él cuando entró en la sinagoga el sábado y ocupó su lugar entre los adoradores.
Cuando un rabino estaba presente en la sinagoga, se esperaba que diese el sermón, y cualquier israelita podía hacer la lectura de los profetas. En ese sábado, se pidió a Jesús que tomase parte en el culto. "Se levantó a leer. Y fuéle dado el libro del profeta Isaías." Según se lo comprendía, el pasaje por él leído se refería al Mesías:
"El espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor."
"Y rollando el libro, lo dio al ministro, . . . y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.... Y todos le daban  testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca."
Jesús estaba delante de la gente como exponente vivo de las profecías concernientes a él mismo. Explicando las palabras que había leído, habló del Mesías como del que había de aliviar a los oprimidos, libertar a los cautivos, sanar a los afligidos, devolver la vista a los ciegos y revelar al mundo la luz de la verdad. Su actitud impresionante y el maravilloso significado de sus palabras conmovieron a los oyentes con un poder que nunca antes habían sentido. El flujo de la influencia divina quebrantó toda barrera; como Moisés, contemplaban al Invisible. Mientras sus corazones estaban movidos por el Espíritu Santo, respondieron con fervientes amenes y alabaron al Señor.
Pero cuando Jesús anunció: "Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos," se sintieron inducidos repentinamente a pensar en sí mismos y en los asertos de quien les dirigía la palabra. Ellos, israelitas, hijos de Abrahán, habían sido representados como estando en servidumbre. Se les hablaba como a presos que debían ser librados del poder del mal; como si habitasen en tinieblas, necesitados de la luz de la verdad. Su orgullo se ofendió, y sus recelos se despertaron. Las palabras de Jesús indicaban que la obra que iba a hacer en su favor era completamente diferente de lo que ellos deseaban. Tal vez iba a investigar sus acciones con demasiado detenimiento. A pesar de su meticulosidad en las ceremonias externas, rehuían la inspección de aquellos ojos claros y escrutadores.
¿Quién es este Jesús? preguntaron. El que se había arrogado la gloria del Mesías era el hijo de un carpintero, y había trabajado en su oficio con su padre José. Le habían visto subiendo y bajando trabajosamente por las colinas; conocían a sus hermanos y hermanas, su vida y sus ocupaciones. Le habían visto convertirse de niño en adolescente, y de adolescente en hombre. Aunque su vida había sido intachable, no querían creer que fuese el Prometido.
¡Qué contraste entre su enseñanza acerca del nuevo reino y lo que habían oído decir a su anciano rabino!
Al abrir la puerta a la duda, y por haberse enternecido momentáneamente, sus corazones se fueron endureciendo tanto más. Satanás estaba decidido a que los ojos ciegos no fuesen abiertos ese día, ni libertadas las almas aherrojadas en la esclavitud. Con intensa energía, obró para aferrarlas en su incredulidad. No tuvieron en cuenta la señal ya dada, cuando fueron conmovidos por la convicción de que era su Redentor quien se dirigía a ellos.
Pero Jesús les dio entonces una evidencia de su divinidad revelando sus pensamientos secretos. Les dijo: "Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo: de tantas cosas que hemos oído haber sido hechas en Capernaúm, haz también aquí en tu tierra. Y dijo: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su tierra. Mas en verdad os digo, que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, que hubo una grande hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a Sarepta de Sidón, a una mujer viuda. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; mas ninguno de ellos fue limpio, sino Naamán el siro."
Por esta relación de sucesos ocurridos en la vida de los profetas, Jesús hizo frente a las dudas de sus oyentes. A los siervos a quienes Dios había escogido para una obra especial, no se les permitió trabajar por la gente de corazón duro e incrédula. Pero los que tenían corazón para sentir y fe para creer se vieron especialmente favorecidos por las evidencias de su poder mediante los profetas. En los días de Elías, Israel se había apartado de Dios. Se aferraba a sus pecados y rechazaba las amonestaciones del Espíritu enviadas por medio de los mensajeros del Señor. Así se había apartado del conducto por medio del cual podía recibir la bendición de Dios. El Señor pasó por alto las casas de Israel, y halló refugio para su siervo en una tierra pagana, en la casa de una mujer que no pertenecía al pueblo escogido. Pero ella fue favorecida porque seguía la luz que había recibido, y su corazón estaba abierto para recibir la mayor luz que Dios le enviaba mediante su profeta.
Las palabras de Jesús a sus oyentes en la sinagoga llegaron a la raíz de su justicia propia, haciéndoles sentir la amarga verdad de que se habían apartado de Dios y habían perdido su derecho a ser su pueblo. Cada palabra cortaba como un cuchillo, mientras Jesús les presentaba su verdadera condición. Ahora despreciaban la fe que al principio les inspirara. No querían admitir que Aquel que había surgido de la pobreza y la humildad fuese otra cosa que un hombre común.
Su incredulidad engendró malicia. Satanás los dominó, y con ira clamaron contra el Salvador. Se habían apartado de Aquel cuya misión era sanar y restaurar; y ahora manifestaban los atributos del destructor.
Cuando Jesús se refirió a las bendiciones dadas a los gentiles, el fiero orgullo nacional de sus oyentes despertó, y las palabras de él se ahogaron en un tumulto de voces. Esa gente se había jactado de guardar la ley; pero ahora que veía ofendidos sus prejuicios, estaba lista para cometer homicidio. La asamblea se disolvió, y empujando a Jesús, le echó de la sinagoga y de la ciudad. Todos parecían ansiosos de matarle. Le llevaron hasta la orilla de un precipicio, con la intención de despeñarle. Gritos y maldiciones llenaban el aire. Algunos le tiraban piedras, cuando repentinamente desapareció de entre ellos. Los mensajeros celestiales que habían estado a su lado en la sinagoga estaban con él en medio de la muchedumbre enfurecida. Le resguardaron de sus enemigos y le condujeron a un lugar seguro.
(El Deseado de Todas las Gentes p203-204)
A los que se sienten seguros por causa de sus progresos y se creen ricos en conocimiento espiritual, les cuesta recibir el mensaje que declara que están engañados y necesitan toda gracia espiritual. Se me mostró que muchos se ilusionan creyéndose buenos cristianos, aunque no tienen un solo rayo de la luz de Jesús.  No tienen una viva experiencia personal en la vida divina.  Necesitan humillarse profunda y cabalmente delante de Dios antes de sentir su verdadera necesidad de realizar esfuerzos fervientes y perseverantes para obtener los preciosos dones del Espíritu. El claro mensaje de reprensión enviado a los laodicenses no es recibido.
Piensan que es innecesario el testimonio de reproche del Espíritu de Dios, o que no se refiere a ellos.
Los tales se hallan en la mayor necesidad de la gracia de Dios y de discernimiento espiritual para poder descubrir su falta de conocimiento espiritual.
(Joyas de los Testimonios tomo 1 p329)




Y ahora, mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y oid la voz de Jehová vuestro Dios, y arrepentiráse Jehová del mal que ha hablado contra vosotros.

Entradas populares

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Best CD Rates